El profesor

Estaba el profesor, parado frente a la clase. Este profesor era como todos aquellos tipicos profesores que vemos por la televisión. Un traje gris, lentes, un bigote gracioso, y una actitud de militar que hace parecer que todos los profesores son malvados. Este profesor, ademas, enseñaba matematicas, y esa mañana se levanto con muchas ganas de enseñar; era tanta la emoción que tenía el profesor acerca de las matematicas en aquel particular día, que no paro de escribir en el pizarrón dando explicaciones de todas las incoherencias que garabateaba en el gran espacio negro.
De pronto un alumno alzo la mano, agobiado por tanto saber y le pregunto: - Profesor. ¿Me podria explicar porfavor todo denuevo pero un poco más lento? No entiendo nada de lo que escribió.
Tras esta pregunta, el profesor perdio casi el 50% de sus ganas de enseñar, e involucionó a su tono militar diciendo: - ¡HMF! ¿cómo es que no entendiste? ¡Esto lo podría entender un niño de 5 años! -
- Sí se, profesor. Pero es que desde que la profesora de castellano dijo que los núumeros eran algo abstracto, osea, que no existen, se me ah complicado mucho el entender las matematicas. -
Como puñal en el pecho se le clavo esta oración al profesor. El 50% restante de sus ganas de enseñar se murió tras aquella inocente afirmación.
Luego de la clase el profesor paso el día entero sin decir una palabra, no hizo más clases y se fue a su casa al terminar. Llego a la casa y no hablo nada. Tomo su leche, comio su pan, y se hecho en la cama. Su esposa, preocupada, fue donde el y palmando su espalda le pregunto: - Mi amor, ¿Qué ocurre que no has articulado palabra en todo el día?. -
Y sollozando respondió: - ¡El dijo que los números no existen! -
Y hechandose en las faldas de su esposa lloró amargamente hasta el amanecer.