Los cuentos de las Hormigas

Historias... Ideas... Pensamientos... Emociones plasmadas en el arte más completo: El Lenguaje

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Nombre: Don Petrucci
Ubicación: Iquique, Chile

que les gustaria saber de mi?

abril 12, 2006

El hombre que domino el tiempo


- Roberto Machados - Respondió.
- Ok.. Y digame Don Roberto, ¿Porqué asegura usted que logro dominar el tiempo? - Preguntó.
- ¡Por qué si!. ¿Acaso usted piensa que son realmente las 10 y 30 de la mañana?¡HA! Dejeme decirle que hace mucho tiempo que cambié eso. Casi en 1 hora. En realidad son las 11:30.
- Hmmm. ¿Y como lo hizo, Don Roberto?
- Dejeme contarle la historia...


Todo empezó durante mis años en la media. Me apestaba tener que levantarme temprano en la mañana. A las 6:30 am. ¡Uh! pucha que odiaba cuando mi mamá empesaba "¡ROBERTO!¡levantate y anda a ducharte cabro de miechica que estay atrasao!"; y las duchas... ODIABA esas duchas matutinas: que el gas sea acabo, que bañate como puedas, que salgo todo congelado de la ducha y todavia medio dormido, que tragate el desayuno, que el micrero no se que... ¡UF! me apestaba todo lo que tenía que ver con la mañana. Asi que ideé un plan para hacer que la vida se atrazara una hora de tal manera que no tuviera que levantarme tan temprano... pero solo yo lo sabría, muajajajaja.
Asique para mi cumpleaños, le pedí a mi papá que me regalara un reloj. -¡HA! Alfin veo que te vas a tomar enserio la vida. Ya era hora que dejaras la vagancia y te dedicaras a hacer lo que deber por el mundo.- Mi papá siempre hablaba así, con una voz de cuico que no se de donde la sacaba porque la verdad es que no tenía donde caerse muerto. Y yo siempre lo encontre tan patetico porque era re weno pa' lamer botas y el viejo era super jugado con su pega y aun así no pasaba na ni na. Él seguía donde mismo. Bueno pero no me desvío más de la historia.
Ahí estaba yo con mi reloj nuevo. Y lo primero que hice fue atrasarlo una hora.

6:30 de la mañana.
-¡Roerto! ¡Ya pueh mi'jo, levantese! ¡Un despertador deberían de haberte regalado! - Comenzó mi mamá.
- ¡Pero mamá. Si son recien las 5:30, dejame dormir! - Le respodí
- ¡Pero como 5:30, si en la tele dice clarito ahi 6:30. ¡Ya! no te hagai el leso y levantate luego, ¿Querís?-
Ya... no me resulto, pero demás que con los profes si me resultaba. Eso pensé. A fin de cuentas mi plan era hacer que la gente se acostumbrara a mi horario. Asique adelante una hora, y programe la alarma de mi reloj y estabamos una hora de llegar al recreo, cuando sonó: - PI PI PI - PI PI PI - PI PI PI-
- Profe. Se le acabo la hora ¿Podemos salir a recreo? - le dije.
- Pff. ¿Pero como es eso de que se acabo? Sí acabamos de empezar. -
- Pero profe, si mire, yo tengo las 10:00 -
- Pero yo programe mi reloj con el de la televisión hoy por la mañana y digo que son las 9:00 de la mañana. Y mientras esa sea la hora que yo tengo, también va a ser la hora que usted tiene. -
¡Maldición! Se me olvidó que el también tenía un reloj.
Recuerdo que una ocación probe a tratar de engañarlo (a él y a muchos otros profes) escabullendome en la sala de profesores y adelantando sus relojes, pero siempre, y por algo que no entendía, se las arreglaban para darse cuenta y tener la hora correcta.
Despues de varios intentos me resigné y pasé la media. Para ese entonces ya había logrado detectar un patrón en todo esto. Pero por un tiempo olvide mi obsesión por querer controlar el tiempo. Decidí no entrar a la Universidad aun y me tomé un año sabatico para pensar a que podría dedicarme. Claro que a mis padres no les agradó mucho la idea. Mi papá me decía:
- ¡Pero como es posible que un joven que pide que le compren un reloj no se comporte de la manera séria que corresponde! - Con esa voz cuica que le distinguía... al menos de los vecinos...
Y mi madre:
- ¡Pero como, hijo! ¡Yo te crié para ser un hombre responsable! ¡hasta te compramos un reloj! Viste Mauricio, te dije que el niño necesitaba un despertador, no un reloj!-

En fin. Tome un trabajo y todo iba bien, hasta que me cambiaron el turno vespertino por uno matutino. ¡ARGH! tener que levantarme temprano otraves. Y mi mamá aun obsesionada con la idea del reloj despertador.
Un día llegue tarde al trabajo, y mi jefe me reto. Le dije que segun mi reloj aun eran las 7:00 am pero que segun el suyo eran las 8:00am. Y en la discusión surgio esa palabra que gatilló mi total obsesion por querer controlar el tiempo. La TELEVISION.
¡Esa era la respuesta! Si la frase tipica para responder era "Mi reloj esta a la hora con la de la televisión" entonces, era obvio, ¡Yo me iba a convertir en el hombre del tiempo en la televisión para así causar un masivo cambio de horario!
¡Todo marcho a la perfección! Estudié periodismo e hice un magister en meteorología. Al comienzo fue complicado porque trabajaba en un canal que en realidad no llegaba a mucha audiencia. Pero me di cuenta que ya había causado una cierta confución.

- ¿Recuerda cuando las tasas de desempleo en Chile se dispararon? - Me preguntó
- Sí. ¿Porqué? - Le respondí con otra pregunta
- ¡Yo lo cause pues! Un masivo cambio de hora en los relojes causo muchos despidos por atrasos. ¡Buajajajaja!-

Bueno, continuando con mi historia... ¿en que quede?¡Ah, sí! Y bueno, poco a poco fuí escalando posiciones hasta que al fin llegue al canal más visto en Chile. Y yo estaba ahí mi gran debut. Por fin mi sueño se haria realidad, no más levantarse temprano, no mas atrasos ni despidos por irresponsabilidad...

- Y, bueno, así fue como logre dominar el tiempo. ¡La hora que yo diga es la hora oficial! Asi que si usted cree que son las 10:50am, esta muuuy esquivocado, ¡Buajajaja! -
- Bueno don Roberto. Lo dejo. Ha sido un placer hablar con usted.-
- Gracias, igualmente. Umm, le daría la mano pero... estoy un poco atado.-
- No se preocupe. Adios.-

Y ahí lo dejé. Cerraron la gruesa puerta de metal tras de mí y camine lentamente hacia la salida del manicomio. Pero algo me hizo mirar hacia atras, a esa puerta brillante que se alejaba a cada paso.
Mire mi reloj, y lo adelante una hora... por si las dudas.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Reloco el cuento, me gustó mucho =)

julio 23, 2006 11:32 p. m.  

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