Los cuentos de las Hormigas

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Nombre: Don Petrucci
Ubicación: Iquique, Chile

que les gustaria saber de mi?

octubre 16, 2006

La Carta y Su Cartero


Se ponia la noche aquel día cuando Don Juan Robledo introducia, como siempre, la llave de su casa que le abria el portal de su rutina. Pero ese día algo cambio. Un agudo dolor en su nuca le hizo pasar por sus ojos todo el espectro luminoso comenzando de un radiante blanco a una obscuridad total, mientras su enorme cuerpo caia pesadamente en el piso de su frontis. Sus ultimas memorias revelan que no vio nada más si no hasta que desperto horas más tarde, maniatado y mareado. Segun lo que pudo ver de sus lastimados ojos se encontraba en alguna especie de galpón. Queria decir que estaba abandonado pero eso sería parafrasear demasiados cuentos. De pronto algo frío toco la punta de su nariz. Una pistola, unida a un brazo que a la vez estaba unida con el cuerpo de un joven de entre 25 y 30. Aun le dolía la cabeza por lo que ahora entendía fue un golpe.
- ¡Ah! Don Juan, veo que ya despierta.
- ¿Quien eres?¡¿Que significa todo esto?!
- Mi buen Don Juan Andres Robledo Gallardo, calle Tadeo Hanke #2360 - Le respondió el joven jactandose de lo que sabía - el quién, el cómo y el donde no son preguntas reelevantes... pruebe otraves.
- Hagamos esto corto, ¿Ok? Que quieres... ¿Dinero? Yo no soy ningun mill...
- ¡Ja Ja Ja! ¿dinero? No, mi buen, no. Esto es más que dinero. ¿Sabe usted lo que consigue al no pagar sus multas?¡¿Al no querer desembolsar la misera cantidad de 200 pesos?!
- ¿Que?¿De que hablas?
- Dejeme contarle la historia de como un joven humilde y esforzado lo perdió todo por un imbécil que no sabe pagar sus deudas. Usted, mi buen, fue un día la compañia de agua a reclamar por 200 pesos que le cobraron por no pagar sus cuentas... - comenzó a relatar el joven.
- ¡Pero si yo...! -
- ¡Silencio! - Dijo el joven acompañandolo de un culatazo - ¡Aun no termino! Usted entonces fue a quejarse a la compañía por esos 200 pesos clamando que núnca recibió ninguna boleta. A pesar de que la boleta llega todos los meses. - En este momento el joven se acerco rapidamente y con un rostro amenazador al confundido Don Juan. - ¡Esto lo sé porque yo soy el que la entrega responsablemente todos los meses! En fin... - Prosiguió dando pasos lentos al rededor - Mi Jefe, ambicioso al igual que usted, no quería perderlo como cliente ni quería cortarle el agua porque eso no es bueno ni para usted ni para él. Por lo cual no encontro mejor cosa que hacer que despedirme. -
Don Juan aun no parecia entender en que calaba él en toda la historia.
- El asunto es que por el despído, no obtuve carta de recomendación, lo cual implicó que no pudiera hallar trabajo en ningun lado. Al cabo de dos meses mi mujer me dejó y por no tener empleo perdí, además, la custodia de mis hijos. ¿Que le parece? Todo por negarse a pagar unos ¡¡¡MISERABLES 200 PESOS!!! - El joven exaltado comenzo a amenzar peligrosamente a Don Juan aputandole a la frente con la pistola.
- ¡P-pero si mi reclamo era justo!¡Yo nunca recibí la boleta! -
- ¡Falacias!¡Calumnias!¡Mentiras!¡Yo mismo deje la carta, conozco el recorrido de memoria, se todo sobre usted debido a la cartas!¡No me diga que no sé hacer mi trabajo! -
- Mira, pareces un hombre educado que entiende con palabras. ¡Te digo la verdad! Yo nunca recibí la carta! Pero si necesitas trabajo yo puedo hacer algunos arreglos... -
- Es más que eso, Mr. Juan. Esto es por justicia, para todos aquellos como yo que debemos humillarnos día tras día ante ustedes los "ricachones" que son unos cerdos inconcientes de lo que pasa más allá de sus propios intereses -
Mientras el joven decía esto, se volteó para preparar su revolver. Pero Don Juan ya había logrado safarse de las cuerdas y se avalanzo con toda la agilidad que le permitió su pesado cuerpo contra el joven. Rios de adrenalina luchaban mano a mano por el gobierno del arma de fuego que en revolución, cayó al piso y con un par de ¡Blams! redujo la explosion demografica en 2 puntos.

Ahora, si retrocedemos un par de meses atrás, antes de esta trajedia, podremos ver por la calle Tadeo Hanke, a la altura del #2360, un par de figuras caminando inocentemente. Entre ellas se desarrolla una conversación que creo les interesará mucho:
- Nora, ¿Que no se supone que hacer eso es ilegal? - Decía una de las figuras, un joven.
- Sí - Respondió la otra.
- ¿Y... entonces?
- Necesito esa carta para poder tener el número de telefono y el nombre del arrendatario, si no no lo voy a pillar nunca. Ya se me esta acabando el plazo para arrendar la casa. -
- ¿Pero hacer esto no traera problemas? -
- Tranquilo, Petrucci. A lo más le van a mandar otra carta con un aviso de que el pago está atrasado. -

4 Comments:

Blogger Gisselle Palacios* said...

Hola ^^ bueno.. estan genial los cuentos...
Saludos espero ke sigas juegando Tercer Ojo xD!
cuidate
beso!

octubre 17, 2006 1:54 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

wuaaaa !!!!!!!!!!!jajajajajajajajajajaj!!!!! la media pasá de rollo...
Bueno, tengo algunas cosas por decir:
gobierno es con "b" y no con "v"...la dirección es 2360 y................tenías que poner mi nombreeeeeeeeeeee!!!!! jajajajjaajajajajj!! jetón pesao...
además el delito fue en complicidad con la Paty jeje ...

noviembre 01, 2006 4:29 p. m.  
Blogger Don Petrucci said...

EL USUARIO ANONIMO! XDDDDDD
Pero te gusto?

noviembre 06, 2006 11:09 a. m.  
Blogger Tiempos... said...

Petru!!!!
Sabes que recién leí todos tus cuentos , me gustaron mucho
Te veo futuro cabro :)
A y yo soy la complice Patty más conocida como PatyBook wujaja
Cuidate mucho
Nos vemos
chau!!!

noviembre 27, 2006 12:05 a. m.  

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